La presidenta de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, reiteró este martes su posición en cuanto al expresidente de Perú, Pedro Castillo, quien ocupó el cargo entre 2021 y 2022. A pesar de que el país sudamericano se prepara para votar sobre la declaratoria de persona non grata a Sheinbaum, esta última sigue considerando a Castillo víctima de un golpe de Estado. Durante una entrevista, Sheinbaum explicó que su Gobierno mantiene el mismo enfoque que el del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien también solidarizó con Castillo al recibirlo en la ciudad de México.
Sheinbum recordó que cuando el abogado de Castillo se presentó en su despacho, ella se sintió conmovida por la situación política del país sudamericano. «Recibí aquí al abogado del presidente Pedro Castillo y desde nuestro punto de vista vivió un golpe de Estado», dijo la presidenta. «Me solidaricé con él. Eso fue lo que hice». Sheinbum aseguró que su reacción no fue una medida política, sino una manifestación de simpatía hacia alguien que, a su juicio, sufrió un trágico golpe de Estado.
La presidenta también destacó la importancia de respetar las instituciones y los procesos democráticos en Perú. «Es una política que viene desde el Gobierno del presidente López Obrador», explicó. «Nosotros mantenemos el mismo criterio». Sheinbum subrayó que su posición no se ve afectada por el voto próximo para declararla persona non grata en Perú. «No importa», dijo con firmeza. «Vamos a mantener la misma postura».
Es importante destacar que, aunque el Gobierno de Perú haya aprobado una moción para investigar supuestos delitos cometidos por Castillo durante su mandato, el expresidente y muchos líderes políticos peruanos sostienen que su destitución fue un golpe de Estado. Esta posición se basa en la argumentación de que el Congreso Peruano violó la Constitución al remover a Castillo sin seguir los procedimientos constitucionales.
La postura de Sheinbum sobre Castillo puede generar polémica, especialmente considerando que Perú y México tienen una relación diplomática estrecha. Sin embargo, la presidenta de la Ciudad de México se ha mantenido firme en su apoyo al expresidente peruanohasta ahora. Su gesto podría ser visto como un signo de solidaridad con los líderes políticos que buscan defender la democracia y los procesos institucionales en Perú.