«El poderoso ejecutivo de Universal Music desmonta la ‘absurda’ reclamación del rey del rap, Drake, en torno al hit de Kendrick Lamar ‘Not Like Us'»

En un sorprendente giro en el litigio entre Drake y Universal Music Group (UMG), el director ejecutivo del sello discográfico, Lucian Grainge, ha descartado las acusaciones del rapero como «farsa» en una carta presentada ante un tribunal federal de Nueva York. En la misiva, Grainge niega haber estado personalmente involucrado en el lanzamiento y promoción de la canción de Kendrick Lamar, «Not Like Us», que según Drake fue un golpe bajo para su propia carrera musical.

En la carta, Grainge sostiene que las acusaciones de Drake son infundadas y ridículas, afirmando que nunca escuchó la canción en cuestión. Esta reacción es una respuesta directa a la demanda por difamación presentada por Drake contra el sello discográfico y varios ejecutivos, incluyendo a Grainge, en junio pasado.

Según las acusaciones de Drake, «Not Like Us» fue lanzada y promovida por UMG como una estrategia para sabotear su carrera musical. El rapero argumenta que la canción, que según él es inferior en calidad a sus propios trabajos, fue distribuida ampliamente y recibió una gran cantidad de promoción a expensas de su propia música. Drake afirma que esto causó un daño significativo a su reputación y carrera.

Sin embargo, Grainge niega cualquier implicación personal o empresarial en el lanzamiento y promoción de «Not Like Us». En lugar de eso, sostiene que la canción fue simplemente una parte de la discografía normal de Kendrick Lamar, y que UMG no tiene control sobre la música que se produce y distribuye.

La carta de Grainge también destaca que, en su calidad de ejecutivo del sello discográfico, no tiene el poder para ordenar el lanzamiento o promoción de canciones específicas. En lugar de eso, afirma que UMG se enfoca en apoyar a sus artistas y permitirles crear la música que desean.

La demanda de Drake contra UMG sigue pendiente, y es posible que el caso se resuelva a través del proceso judicial o mediante un acuerdo extrajudicial. Mientras tanto, la reacción de Grainge puede ser vista como una oportunidad para clarificar las circunstancias rodeando la supuesta campaña de sabotaje musical contra Drake.

En cualquier caso, el litigio entre Drake y UMG tiene implicaciones importantes para la industria musical. La disputa plantea preguntas sobre quién tiene control sobre la música que se produce y se distribuye, y cómo los sello discográficos y ejecutivos interactúan con sus artistas.