
La presidenta Claudia Sheinbaum ofreció un balance sombrío sobre el impacto de las lluvias y inundaciones que han azotado cinco estados del centro del país desde octubre pasado. En una conferencia de prensa, la mandataria reveló que, de manera preliminar, se estima que unas cien mil viviendas han sido afectadas por el fenómeno natural, lo que supone un gran desafío para las comunidades involucradas.
Además, Sheinbaum lamentó la pérdida de vidas humanas causada por la catástrofe. Hasta ahora, se registran 64 personas muertas y 65 más desaparecidas, lo que sugiere que el número de víctimas podría aumentar en los próximos días.
La presidenta también hizo mención a los esfuerzos del Gobierno para atender la emergencia. Aseguró que se cuenta con una partida presupuestal específica para emergencias de 19,000 millones de pesos, lo que equivale a unos 1,024 millones de dólares. De este monto, ya se han destinado tres mil millones de pesos (unos 162 millones de dólares) para las regiones más afectadas en los estados de Guerrero y Oaxaca.
La respuesta gubernamental tiene como objetivo brindar apoyo a las comunidades devastadas por la lluvia y la inundación. La presidenta explicó que se están trabajando intensamente para proporcionar ayuda humanitaria, asistencia médica y atención a los damnificados. Además, se están realizando esfuerzos para restablecer los servicios básicos como la electricidad, el agua y las comunicaciones.
Sheinbaum también destacó la importancia de trabajar en estrecha colaboración con los gobiernos locales y organizaciones no gubernamentales (ONG) para abordar la emergencia. La presidenta aseguró que se están desarrollando planes para restablecer la normalidad en las zonas afectadas, lo que incluye la distribución de alimentos y agua potable, así como la construcción de refugios temporales para los damnificados.
La situación es particularmente crítica en algunas regiones donde la lluvia ha sido especialmente intensa. En algunos casos, las aguas han alcanzado niveles récords, lo que ha provocado la inundación de viviendas y comunidades enteras. La presidenta reconoció que el impacto emocional y económico de esta catástrofe es muy grande y que se necesita un esfuerzo coordinado para atender a las necesidades de las personas afectadas.
En general, la presidenta Claudia Sheinbaum ofreció una visión realista y comprometida con los desafíos que enfrentan las comunidades afectadas por la lluvia y la inundación. Aseguró que el Gobierno está trabajando intensamente para brindar ayuda y apoyo a los damnificados, lo que incluye esfuerzos para restablecer la normalidad en las zonas afectadas.