
En un giro sorprendente, el gobierno mexicano ha decidido retrasar la discusión parlamentaria sobre el aumento de aranceles a cerca de 1,500 productos importados de China y otros países de Asia. La medida fue anunciada por la presidenta de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, y el diputado de Morena, Ricardo Monreal.
La propuesta original, enviada a principios de septiembre a la Cámara de Diputados, buscaba aumentar los aranceles hasta en un 50% para importaciones de automóviles, textiles, ropa, plásticos, acero y otros productos. Sin embargo, en medio de fuertes reclamos chinos, el gobierno mexicano ha decidido analizar cambios a la propuesta antes de someterla a votación.
China, segundo socio comercial de México después de Estados Unidos, ha expresado su descontento con la medida, considerando que podría afectar negativamente sus exportaciones y relaciones comerciales con México. La protesta china ha sido acompañada por una serie de reuniones entre funcionarios mexicanos y chinos en busca de encontrar un acuerdo.
La presidenta Sheinbaum y el diputado Monreal han trabajado juntos para analizar la propuesta y buscar soluciones que satisfagan las preocupaciones de China. «Estamos revisando la propuesta para asegurarnos de que sea razonable y equitativa», dijo Sheinbaum en una entrevista. «Queremos encontrar un balance entre proteger a los productores mexicanos y mantener buenas relaciones comerciales con nuestros socios asiáticos».
La medida ha generado preocupación entre algunos sectores empresariales mexicanos, que consideran que el aumento de aranceles podría beneficiar a la industria automotriz y textiles nacionales. Sin embargo, otros han expresado temor por el impacto negativo en las relaciones comerciales con China y la posibilidad de represalias chinas.
A pesar del retraso, la Cámara de Diputados mexicana sigue siendo partidaria de aprobar la medida. «Estamos dispuestos a trabajar con el gobierno para encontrar un acuerdo que proteja los intereses nacionales», dijo Monreal en una entrevista. «No queremos perjudicar a China, pero también no podemos dejar que nuestros productores nacionales sean perjudicados».
La discusión parlamentaria sobre la medida se esperaba originalmente para finales de septiembre, pero ahora no hay fecha definida para su inicio. Mientras tanto, el gobierno mexicano sigue analizando la propuesta y buscando un acuerdo con China que satisfaga las necesidades de ambos países.